martes, 23 de diciembre de 2008

Cuando la lucha contra el terrorismo se consigue mediante el terror

Unas 800 personas han estado retenidas en la bahía de Guantánamo desde su apertura en enero de 2002. Casi 270 continúan encerradas sin cargo y sin procedimientos legales. A poco menos de un mes para que el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush abandone La Casa Blanca, el agujero negro del Ejecutivo podría ser enterrado por el sucesor Barack Obama.
La guerra contra el terror ha sido una de las máximas ejecutadas por los Estados Unidos en la bahía de Guantánamo donde el acceso a una justicia real y el derecho a un juicio justo ante un tribunal independiente ha quedado totalmente enterrado.
La cruzada internacional iniciada por América contra los talibán en Afganistán ha provocado que Guantánamo sea el patio trasero de los Estados Unidos donde el secretismo de las torturas a los prisioneros se ha sellado bajo llave.
Seguridad verdadera
Según han denunciado las autoridades, la mayoría de los retenidos en la base en territorio cubano han permanecido años recluidos sin que ninguna autoridad judicial haya revisado el por qué de su detención o cómo han sido tratados durante su cautiverio. "La seguridad duradera y la verdadera justicia para las víctimas del terrorismo no pueden conseguirse sin juicios justos para las personas sospechosas de haber cometido graves abusos y sin el respeto a los derechos humanos de todos los detenidos", señalan desde Amnistía Internacional.
En agosto de 2008 Salim Hamdan fue declarado culpable de en virtud de procedimientos que "no cumplen las normas internacionales sobre juicios con las debidas garantías agrava la injusticia que suponen sus más de cinco años de detención ilegal en Guantánamo", señaló la organización. Ésta fue la primera sentencia judicial a un preso de Guantánamo. Hamdam, ex conductor de Osama bin Laden, fue declarado culpable de algunos de los cargos de los que estaba acusado por terrorismo, en el juicio que se ha seguido en los tribunales militares especiales en Guantánamo y que según los especialistas podría acarrearle cadena perpetua.
Actuación de los militares
Las torturas, desapariciones forzadas y tratos degradantes son los ingredientes de la base Gitmo en Guantánamo. El aislamiento prolongado "no parece muy dañino, pero en una persona aislada por meses sin causa justificada causa depresión y desorientación. Un persona en estas circunstancias comienza a oír voces, hablar con personas inexistentes y se mantiene agazapado en un rincón", aclara la organización.
Otra de las técnicas utilizadas es la privación o manipulación sensorial. El encapuchamiento con música elevada aísla al prisionero, le impide respirar y le produce pánico y desorientación. Tras 40 minutos comienza a sufrir alucinaciones. Esta técnica se intercala con el uso de luces potente e interrupciones cada cuarto de hora son prácticas utilizadas tanto por tropas norteamericanas como británicas en Irak y Afganistán.
Humillaciones sexuales
El escándalo desatado por als fotografías de militares estadounidenses fotografiando a prisioneros en posiciones humillantes y sometidos a abusos sexuales escandalizaron a la opinión pública. "Obligar a la víctima a permanecer desnuda, o a adoptar posturas sexualmente degradantes, utilizar los prejuicios de género y homosexualidad suponen una agresión contra la identidad de la víctima que además suele padecer el aislamiento de su comunidad". En Abu Ghraib, la humillación sexual se utilizaba como parte del interrogatorio.
Las tropas americanas someten a los prisioneros a largos periodos de tiempo con interrupción reiterada del sueño afectan a las habilidades del razonamiento, a la memoria a corto plazo e incluso al deterioro en el habla.
Obama y los obstáculos para cerrar Guantánamo
El presidente electo a la Casa Blanca, Barack Obama promettó durante la campaña electoral el cierre de Guantánamo. "He dicho reiteradamente que EEUU no tortura y me aseguraré de que no torturamos", afirmó Obama en una entrevista concedida a la BBC.

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